El Evangelio para Japón

Al observar la bandera de Japón, el círculo rojo representa el sol, que da vida a la tierra. Dios, como Creador, creó el sol de Japón y dio vida a esta nación y a su gente. Dios creó el sol que brilla sobre Japón y ha derramado Su amor en el pueblo japonés. Dios no es solo el Dios de los extranjeros o de Occidente; Él es el Dios de todas las naciones, incluyendo Japón.
Genesis 1:1 – "In the beginning, God created the heavens and the earth."
Isaiah 45:18 – "For this is what the Lord says—he who created the heavens, he is God; he who fashioned and made the earth, he founded it; he did not create it to be empty, but formed it to be inhabited."
Solo hay un Dios verdadero, el Creador de los cielos y la tierra. Ningún ídolo ni otro dios puede compararse con Él. Él es quien reina sobre toda la creación y derrama Su amor sobre todas las personas.
Isaías 45:5 – "Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste."

Dios es el Creador de todas las naciones, incluyendo Japón. Su amor no es solo para los extranjeros; es para todas las personas. Este corazón representa el gran amor de Dios por ti, el pueblo japonés, y Su deseo de que todos conozcan Su amor.
Juan 3:16 – "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
1 Juan 4:9-10 – "9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados."

En Japón, hay un proverbio conocido: "El clavo que sobresale recibe el martillazo." Esto expresa la presión social para conformarse, lo que significa que aquellos que actúan de manera diferente o se destacan a menudo son criticados o reprimidos.
Sin embargo, desde una perspectiva espiritual, este proverbio puede revelar una verdad aún más profunda. Nuestro pecado, ante la perfecta santidad de Dios, sobresale como un clavo que sobresale: no puede ser pasado por alto. Debe ser tratado.
Cuando nos desviamos del camino de Dios y caminamos en pecado, cortamos nuestra relación con Él. El pecado nos trae vergüenza, deshonra la gloria de Dios y nos roba la paz y la comunión que estábamos destinados a tener. Sin embargo, solo a través del arrepentimiento y la gracia de Cristo, este "clavo del pecado" puede ser removido, y nuestros corazones pueden ser sanados y restaurados una vez más.
Génesis 1:26-27"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza...Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."
Romanos 3:23"Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios."
Isaías 59:2"Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."
Romanos 6:23"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro."

"La humildad es una virtud." Este proverbio nos recuerda cuán humilde fue Dios por nosotros. Dios se hizo humano en la forma de Jesús y dio Su vida para redimirnos de nuestros pecados.
La cruz nos recuerda el gran amor de Jesús: Él ocupó nuestro lugar en esa cruz e invita a la restauración. Quinientos años antes de que Buda comenzara a enseñar, Jesucristo ya había venido a la tierra. Fue clavado en la cruz como el "clavo que sobresale", llevando el pecado y la vergüenza de la humanidad. Esto no fue solo un evento histórico, sino un plan eterno de Dios, ofreciendo salvación a todas las naciones, incluyendo Japón.
Jesús es el Hijo de Dios, completamente Dios, y uno con el Padre. El proverbio "El hijo de una rana es una rana" nos recuerda que Jesús es el Hijo de Dios. Él es completamente Dios mismo.
Isaías 53:5"Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados."
1 Pedro 2:24"Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados."
Juan 14:6"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."

Tú también puedes recibir a Jesucristo como tu Salvador. Jesús te ama, ha llevado todos tus pecados y vergüenzas, y desea perdonarte y restaurar tu gloria con Dios.Bible Gateway+1YouVersion | The Bible App | Bible.com+1Aprovecha esta oportunidad para tomar la decisión de creer en Jesús. Jesús nos da la bienvenida calurosamente.
Pasos para Tomar Esa Decisión:
1. Arrepiéntete de tus pecados – Reconoce tus pensamientos y caminos equivocados ante Dios, arrepiéntete de ellos y apártate.
2. Cree en Jesús – Cree que Jesús murió en la cruz por tus pecados, pagó tu deuda y resucitó.
3. Ora – Ofrece una oración para aceptar a Jesús como tu Salvador.
"Querido Padre Celestial, me arrepiento de mis malas acciones y pensamientos equivocados y acepto a Jesucristo como mi Salvador. Creo que Él murió por mis pecados para perdonarme y restaurar el honor que he perdido contigo y con los demás. Quita mi vergüenza y límpiame con la sangre de Jesús. Te agradezco por Tu amor y gracia, y me comprometo a seguirte por el resto de mi vida. En el nombre de Jesús, oro. Amén."
Si oraste esta oración de corazón y aceptaste a Jesús como tu Salvador, ahora eres parte de la familia de Dios. Tus pecados y tu vergüenza han sido perdonados, y tu dignidad ha sido restaurada. Tu vida ha sido transformada en algo nuevo.Como siguiente paso, por favor visita una iglesia local. La iglesia es un lugar donde puedes adorar a Dios, aprender y crecer junto a otros creyentes.Al unirte a la familia de Dios y fortalecer tu fe, podrás construir una relación más profunda con Él.Que la gloria de Dios esté sobre ti, y que Él te fortalezca mientras caminas en esta nueva vida.
Aceptar a Jesús como tu Salvador no significa darle la espalda a tu cultura, tu familia o tus tradiciones. En cambio, significa encontrar el cumplimiento de tu propósito más profundo: ser amado por Dios, caminar con Él y vivir una vida de esperanza y significado.Jesús no es una idea extranjera — Él es el Creador de todas las personas y todas las naciones. Te da la bienvenida tal como eres y te da nueva vida sin borrar tu identidad. En Él, te conviertes en quien realmente estabas destinado a ser: completamente conocido, completamente amado y completamente vivo.